Ser adorno en la puerta de una nevera no debería ser aburrido, especialmente si en casa vive más de uno.
Cada vez que se abre la puerta de esa nevera es divertido cambiar al adorno su postura.
No sólo se puede hacer sonreir al siguiente que vaya a la nevera a por cualquier cosa, también se le puede dejar un mensaje.
Bueno, estarán ya terminados en cuanto pasen por peluquería y termine el trabajo de la modista pintora.
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