En principio era complicado acercarles a la poesía de León Felipe. Pero en seguida les cayó bien hablando de abuelos, batallas, casas en el pueblo, sillones...de irse de Zamora con tan pocos años que fue fácil olvidar pronto lo que se iba quedando atrás y muy difícil recordarlo al ser anciano.
Así que nos pusimos manos a la obra para hacerle lo que él añoraba con lástima. Y los niños estaban tan contentos con sus trabajos que me preguntaron:
- ¿vendrá León Felipe el último día a vernos?
- No, no puede
- Ah, que ya está en el cielo ¿no? Y claro, desde tan lejos da mucha pereza venir con este calor
Mañana podréis ver las casas