Han pasado varios días desde que lo descubrí, pequeñito pequeñito, tras unas hojas. Mi lilo empezaba la primavera con la intención de regalarme el primer ramo de su vida. He ido haciendo cada día una foto del crecimiento. Hoy está ya casi completamente abierto y huele tan bien... huele a infancia y a mi abuela, huele a recuerdos y sonrisas. Huele a suave cariño de tarde en primavera. Huele a las primeras lilas en mi balcón.
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