Ser un rey mago puede resultar fascinante pero tiene también sus riesgos, un camello es demasiado alto para caerse de él en pleno viaje. El golpetazo es grande pero hay que recuperar la sonrisa cuando se descubre que no ha sido grave. Sólo duele un poquito.
(Candela, 3años,dibujo hecho en el taller)
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